Presentación del cuadro de Mª Auxiliadora.
“ Tenías que ser tú” Así comenzó esta bonita tarea.
A finales del mes de septiembre recibí una llamada en la que me
comentaba que quería que este año el cartel de la XVIII Asamblea Inspectorial
de ADMA y también el cartel del Mes de Mayo, este año como todos saben, mayo del 75
aniversario de La Coronación, fuera una obra mía. Me quedé impactada. Con dos
sentimientos ilusión y miedo a la vez. Esto se presentaba después de un verano
muy difícil, pero que acabó con el mejor de los finales y esta invitación venía
a poner el broche de oro. Auxi, la presidenta, me comentaba que lo había
soñado, me dijo “La Virgen habla de
muchas formas y ella quiere que este año seas tú. Imaginaros.
Le pedí unos días para pensármelo, porque la responsabilidad era
muy grande, había que estar a la altura, pero como iba a poder negarme ante
esta petición. Y así, con mucho respeto, pero a la vez con muchísima ilusión,
comenzó este proyecto.
Comencé a investigar y madre mía, como podía hacer yo algo
diferente con la cantidad de imágenes y de contextos diferentes donde se ha
retratado a Mª Auxiliadora. Pero me puse manos a la obra.
Tras varios bocetos previos y visualizar muchísimas fotos de la
virgen en infinidad de posiciones, detalles etc, empecé a ir forjando la idea
final que tenéis aquí delante y que os presento y explico. Tenía que tener
presente el lema de este año y como también la iconografía histórica de Mª
Auxiliadora.
La pintura es un óleo sobre lienzo de 1,46m por 1,14m.
En el cuadro podemos ver un protagonismo absoluto de la imagen de
nuestra Madre Auxiliadora con el Niño, ambos coronados. Es nuestra Imagen, la
que llegó a Montilla en el año 1900. Y a la que después en el año 1959,
se le hizo una réplica perfecta para procesionar.
El cuadro presenta dos partes. El cielo donde los ángeles
acompañan a la Virgen. Estos ángeles aparecen difusos entre los destellos de
luz del Espíritu Santo. Y la parte de la tierra donde de manera simbólica y sobre
el ancla de La esperanza aparecen las siluetas de Jesús coronado
de espinas acompañado de jóvenes. Ese
Jesús de la Juventud, que junto a nuestra madre forman la representación
gráfica del lema de este año” Auxiliadora de la Esperanza. Peregrina
entre los jóvenes”
La corona además es la terminación del ancla que es el símbolo
universal de la esperanza. Este símbolo fue usado por los
artistas de la zona mediterránea para expresar no solo lo que significa
mantener una embarcación fija en el mar, sino que lo usaron también como
alegoría de la esperanza y de la salvación. El ancla es un peso que retiene al
navío, símbolo universal de firmeza, solidez, tranquilidad y fidelidad.
En medio de la movilidad del mar, como en medio de las incertidumbres de las
crisis y el sufrimiento, las pérdidas y la misma enfermedad, el ancla –la
esperanza- es lo que fija, ata, inmoviliza o asegura, para no ir a la
deriva.
En el cristianismo, el ancla se convirtió en símbolo de Cristo
mismo, que puede evitar el naufragio espiritual. Entre los poetas místicos, el
áncora y la cruz unidas (cruz-ancla) expresa la voluntad de no abandonarse a
los remolinos de la sensibilidad humana, fijando la voluntad a la cruz de Jesús
como fuente de toda gracia.
No podemos olvidar que este año conmemoramos el 75 aniversario
de la Coronación de la Virgen y por eso justo el centro de la composición
es la corona. Corona rematada de las 12 estrellas que hacen referencia al texto
del libro del Apocalipsis de San Juan: “… vi
en el cielo… una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona
de doce estrellas sobre su cabeza…” (Ap 12).
María y el Niño llevan túnicas y mantos, al estilo de la época
barroca europea del siglo XVIII. Ambos llevan coronas y la Virgen, además, un
cetro, como Reina de los apóstoles y de los ángeles.
Los colores de los vestidos de la Virgen y del Niño están llenos
de simbolismo: el Niño, Jesús, lleva una túnica dorada, signo de su
divinidad. Su madre, María, en
cambio viste una túnica rojiza, en concreto un tierra rosado, símbolo de
la persecución de la Iglesia cristiana a lo largo de los siglos, y un manto
azul, símbolo de su destino final: el cielo, en la gloria del Reino de Dios.
A su vez Las coronas y el cetro quieren significar el
carácter vencedor.
En el libro del Apocalipsis de San Juan, el último libro de la
Biblia, la mujer coronada de estrellas representa a la Iglesia, la comunidad de
los discípulos de Jesucristo, que, está llamada a vencer y salir
victoriosa de los múltiples obstáculos y persecuciones sufridos a lo largo de
la historia.
Estos jóvenes que acompañan a Jesús en la parte baja del lienzo
son esa iglesia.
Pues teniendo en cuenta todos estos datos iconográficos, el lema
de este año y sobre todo mi cariño y devoción hacia la Virgen, os presento esta
obra que espero que sea digna de representar algo tan importante como es el
amor a Mª Auxiliadora.
Han sido unos meses de trabajo muy enriquecedores, como le comenté
a Lola el día que fue a recoger el cuadro, ya me había acostumbrado a entrar en
el estudio y tenerla ahí. Y la verdad se me ha hecho un vacío al salir.
Cada obra es algo único, que se idea, se sueña, se pinta, se
corrige, se sufre, pero sobre todo se disfruta. En este caso además se reza.
Que tu bendición santísima
Permanezca en mi noche y día,
En la alegría y en la tristeza, en el trabajo y en el descanso, en
la salud y en la enfermedad, en la vida y en la muerte y durante la eternidad.
AMEN
Mª del Mar Garrido Baños
Autora Cartel XVIII Asamblea Inspectorial de ADMA y Mayo 2025.