sábado, 8 de febrero de 2025


Presentación del cuadro de Mª Auxiliadora.

 

 

“ Tenías que ser tú” Así comenzó esta bonita tarea.

 

A finales del mes de septiembre recibí una llamada en la que me comentaba que quería que este año el cartel de la XVIII Asamblea Inspectorial de ADMA y también el cartel del Mes de Mayo,  este año como todos saben, mayo del 75 aniversario de La Coronación, fuera una obra mía. Me quedé impactada. Con dos sentimientos ilusión y miedo a la vez. Esto se presentaba después de un verano muy difícil, pero que acabó con el mejor de los finales y esta invitación venía a poner el broche de oro. Auxi, la presidenta, me comentaba que lo había soñado, me dijo  “La Virgen habla de muchas formas y ella quiere que este año seas tú. Imaginaros.

Le pedí unos días para pensármelo, porque la responsabilidad era muy grande, había que estar a la altura, pero como iba a poder negarme ante esta petición. Y así, con mucho respeto, pero a la vez con muchísima ilusión, comenzó este proyecto.

Comencé a investigar y madre mía, como podía hacer yo algo diferente con la cantidad de imágenes y de contextos diferentes donde se ha retratado a Mª Auxiliadora. Pero me puse manos a la obra.

Tras varios bocetos previos y visualizar muchísimas fotos de la virgen en infinidad de posiciones, detalles etc, empecé a ir forjando la idea final que tenéis aquí delante y que os presento y explico. Tenía que tener presente el lema de este año y como también la iconografía histórica de Mª Auxiliadora.

 

La pintura es un óleo sobre lienzo de 1,46m por 1,14m.

 

En el cuadro podemos ver un protagonismo absoluto de la imagen de nuestra Madre Auxiliadora con el Niño, ambos coronados. Es nuestra Imagen, la que llegó a Montilla en el año 1900. Y a la que después en el año 1959, se le hizo una réplica perfecta para procesionar.

 

El cuadro presenta dos partes. El cielo donde los ángeles acompañan a la Virgen. Estos ángeles aparecen difusos entre los destellos de luz del Espíritu Santo. Y la parte de la tierra donde de manera simbólica y sobre el ancla de La esperanza aparecen las siluetas de Jesús coronado de espinas acompañado de jóvenes.  Ese Jesús de la Juventud, que junto a nuestra madre forman la representación gráfica del lema de este año” Auxiliadora de la Esperanza. Peregrina entre los jóvenes”

 

La corona además es la terminación del ancla que es el símbolo universal de la esperanza. Este símbolo fue usado por los artistas de la zona mediterránea para expresar no solo lo que significa mantener una embarcación fija en el mar, sino que lo usaron también como alegoría de la esperanza y de la salvación. El ancla es un peso que retiene al navío, símbolo universal de firmeza, solidez, tranquilidad y fidelidad. En medio de la movilidad del mar, como en medio de las incertidumbres de las crisis y el sufrimiento, las pérdidas y la misma enfermedad, el ancla –la esperanza- es lo que fija, ata, inmoviliza o asegura, para no ir a la deriva.

En el cristianismo, el ancla se convirtió en símbolo de Cristo mismo, que puede evitar el naufragio espiritual. Entre los poetas místicos, el áncora y la cruz unidas (cruz-ancla) expresa la voluntad de no abandonarse a los remolinos de la sensibilidad humana, fijando la voluntad a la cruz de Jesús como fuente de toda gracia.

 

No podemos olvidar que este año conmemoramos el 75 aniversario de la Coronación de la Virgen y por eso justo el centro de la composición es la corona. Corona rematada de las 12 estrellas que hacen referencia al texto del libro del Apocalipsis de San Juan: “… vi en el cielo… una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza…” (Ap 12).

 

María y el Niño llevan túnicas y mantos, al estilo de la época barroca europea del siglo XVIII. Ambos llevan coronas y la Virgen, además, un cetro, como Reina de los apóstoles y de los ángeles.

Los colores de los vestidos de la Virgen y del Niño están llenos de simbolismo: el Niño, Jesús, lleva una túnica dorada, signo de su divinidad.  Su madre, María, en cambio viste una túnica rojiza, en concreto un tierra rosado, símbolo de la persecución de la Iglesia cristiana a lo largo de los siglos, y un manto azul, símbolo de su destino final: el cielo, en la gloria del Reino de Dios.

 

A su vez Las coronas y el cetro quieren significar el carácter vencedor.

 

En el libro del Apocalipsis de San Juan, el último libro de la Biblia, la mujer coronada de estrellas representa a la Iglesia, la comunidad de los discípulos de Jesucristo, que, está llamada a vencer y salir victoriosa de los múltiples obstáculos y persecuciones sufridos a lo largo de la historia.

Estos jóvenes que acompañan a Jesús en la parte baja del lienzo son esa iglesia.

 

Pues teniendo en cuenta todos estos datos iconográficos, el lema de este año y sobre todo mi cariño y devoción hacia la Virgen, os presento esta obra que espero que sea digna de representar algo tan importante como es el amor a Mª Auxiliadora.

Han sido unos meses de trabajo muy enriquecedores, como le comenté a Lola el día que fue a recoger el cuadro, ya me había acostumbrado a entrar en el estudio y tenerla ahí. Y la verdad se me ha hecho un vacío al salir.

Cada obra es algo único, que se idea, se sueña, se pinta, se corrige, se sufre, pero sobre todo se disfruta. En este caso además se reza.

 

Que tu bendición santísima

Permanezca en mi noche y día,

En la alegría y en la tristeza, en el trabajo y en el descanso, en la salud y en la enfermedad, en la vida y en la muerte y durante la eternidad.

AMEN

 

 

Mª del Mar Garrido Baños

Autora Cartel XVIII Asamblea Inspectorial de ADMA y Mayo 2025.